En nuestra clínica de podología en la que podrás tratar todo tipo de afecciones que se produzcan, pues somos especialistas en la cirugía del pie en Gandía. Tampoco está de más que, aunque no sufras ningún problema concreto, te acostumbres a acudir de manera periódica al podólogo para realizar una revisión rutinaria y prevenir la aparición de males futuros. Hoy nos gustaría hablarte de un tema de esta especialidad médica: las diferencias que existen entre un callo y un ojo de gallo. ¿Las conoces? Si no es así, continúa leyendo este post.
Aunque la naturaleza de la lesión que causa un callo y un ojo de gallo es la misma, su tamaño y ubicación hace que nos refiramos a ellos como realidades distintas.Tanto los callos como los ojos de gallo son helomas, es decir, protuberancias y durezas que aparecen en los pies por razones externas, por el uso de un calzado inadecuado o por razones naturales como una mala alineación del hueso de un dedo que puede propiciar rozaduras.
Los podólogos expertos en cirugía del pie en Gandía, pueden afirmarte, como ya te adelantamos, que la diferencia entre ambos reside principalmente en que el ojo de gallo suele ser más pequeño y producirse en el espacio interior que hay entre dos dedos mientras que los callos salen en la parte superior de las falanges de los pies y tienen un tamaño mayor. Por ejemplo, es bastante frecuente que el ojo de gallo salga en una de las caras internas del cuarto dedo al tratarse de una zona más húmeda y más sometida a la presión del calzado. El lugar en el que aparecen hace que resulten mucho más dolorosos e incómodos que la mayoría de los callos.
Sea cual sea la lesión que sufres, lo mejor que puedes hacer es reservar una cita con los podólogos de Clínica Podológica José Mª Pe Duarte, excelentes profesionales que velarán por la salud de tus pies.