Ocho de cada diez pacientes que acuden a una clínica podológica de Gandía son mujeres. Una diferencia absolutamente desproporcionada que sólo puede explicarse por un motivo: los zapatos de tacón. Tendinitis aquilea, callosidades, dedos en gatillo, nervios comprimidos… El uso de tacones altos es la causa de muchos de los problemas en los pies, muchos de los cuales terminan necesitando una intervención quirúrgica.

El uso habitual de tacones con más de 5 cm de altura, termina por afectar a los músculos de la pantorrilla, acortando su longitud funcional lo que provoca una sobrecarga en el tendón de Aquiles. Para quienes han llegado a este punto, resulta prácticamente imposible y muy doloroso caminar sin tacones. Los tacones obligan a adoptar una posición antinatural, modificando los puntos de apoyo e incrementando la presión sobre los dedos del pie. Una presión que puede comprimir algún nervio en los dedos, generalmente el tercero o el cuarto, y que es conocida como neuroma de Morton. Y también puede derivar en una malformación conocida como dedos en martillo. Cualquiera de estos problemas, y muchos otros que puede ocasionar el uso de los tacones, es causa suficiente para pedir una cita, con relativa urgencia, en una clínica podológica de Gandía.

Sin duda, la mejor medida preventiva para evitar la aparición de estos u otros problemas es alternar zapatos con tacones altos, medianos y planos y, si sabes que vas a estar de pie mucho tiempo, mejor elije un calzado cómodo.

Utilizar unos zapatos poco confortables es, en definitiva, la causa más común de la mayoría de los problemas en los pies, por eso, en la Clínica Podológica José Mª Pe Duarte podemos darte algunas indicaciones de las características que debes buscar en unos zapatos.